La exitosa experiencia en el campo de la innovación en materia de medio ambiente y educación, debe ser volcada en el Perú.
En el caso de la educación, el modelo es particularmente atractivo, viable y sobre todo aplicable al caso peruano, empezando porque uno de sus principales fundamentos es la descentralización educativa.
Se trata de un proceso similar al peruano, pero al mismo tiempo diferente: involucró la construcción de escuelas para grupos pequeños, pero cercanos a las poblaciones para que nadie deje de estudiar. En el Perú esta posibilidad sería viable y pertinente toda vez que, siendo el mundo rural un espacio constituido en torno al minifundio, con poblaciones ubicadas una más distante que la otra, la escuela sigue siendo un lugar de difícil acceso para muchas de ellas.
El único secreto es la igualdad, la inclusión y la equidad entre tradiciones, géneros, la gente de la calle y el más encumbrado”.
Lo que necesitamos es también seguir modelos de gestión que valoren la contratación y capacitación del maestro; que acerquen la escuela a las poblaciones; y que, sobre todo, como en el caso de Finlandia, se garantice la igualdad de oportunidades para el campo y la ciudad; la inversión en ciencia y tecnología y el aprovechamiento responsable de nuestros recursos.
Y NO NOS OLVIDEMOS DE LA OBLIGATORIEDAD DE LA EDUCACIÓN INICIAL con alimentación, como tampoco debemos olvidar que el Estado debe garantiza la salud y la educación de los niños desde su concepción hasta los tres años, así como el de la madre.
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